domingo, 12 de febrero de 2012

Acto contra los Juicios de la Vergüenza y en apoyo a las Víctimas del Franquismo (12/ feb/ 2012)

La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo…
Platón


En estas dos semanas, desde la última vez que nos reunimos aquí mismo, frente al Consulado de España en México, un grupo de descendientes del exilio y simpatizantes de la República hemos asistido con estupor a un juicio: el de Baltasar Garzón, que sin duda ha significado la peor vergüenza internacional para España desde el alzamiento militar de 1936.

Por una parte hemos visto como de la manera más burda, la “justicia” española (si es que a eso se le puede llamar Justicia) ha inhabilitado a Baltasar Garzón en su cargo de juez de la Audiencia Nacional por once años –a pesar de que la fiscalía pedía sólo diez de castigo. Sin duda alguna se trata de un escarmiento ejemplar por el “delito” de extralimitarse en sus funciones al recurrir a escuchas para destapar un caso de corrupción en la comunidad valenciana. La llamada “trama Gürtel”.

Es de lógica elemental pensar que si en realidad las escuchas en este caso fueran consideradas ilegales y, en consecuencia, materia de un delito, a ningún policía se le ocurriría solicitarlas, a ningún juez se le ocurriría a utilizarlas, a ningún fiscal autorizarlas, ni a ningún juez sustituto prorrogarlas.

Por lo tanto, si interceptar las conversaciones entre abogados defensores y presuntos criminales debilita las garantías de los detenidos, cosa que parece evidente y que lo debería parecer siempre sin excepción alguna. Y ha habido excepciones como ha ocurrido en casos de narcotráfico, del asesinato de Marta del Castillo, por no citar la infinidad de veces que se realizaron escuchas con ETA o su relajado “entorno” cuando Garzón no molestaba y era considerado “El Superjuez”. Esto demuestra la excepcionalidad de este caso.

Por eso, queda claro que el único propósito de este dictamen es quitarse de encima al juez que llevaba más de 114 mil causas abiertas contra los crímenes del franquismo y silenciarlas, ocultarlas, anularlas, prescribirlas, para intentar que vuelvan a ser olvidadas. Pues resulta por demás significativo que, en casi 40 años de “democracia”, el único procesado por los crímenes cometidos durante el franquismo sea el único juez que se atrevió a investigarlos. Eso es y pasará a la historia como una vergüenza y un atropello de la justicia española.

De esta manera, asistimos con verdadera indignación y tristeza al ver que la primera vez que se le dio voz en el Tribunal Supremo a los representantes de varias asociaciones de la Memoria Histórica y se escucharon sólo algunos de los desgarradores testimonios de los millones de víctimas, fuera en un juicio que ha demostrado no ser más que una puesta en escena para “legitimizar” algo que ya estaba hecho: una “vendetta” personal al más puro estilo mafioso.

Porque es tan evidente que repetirlo da vergüenza: Los jueces a los que el mismo Garzón les demostró parcialidad en el juicio por los crímenes del franquismo -y que tuvieron que dejar esa causa-, están procesándolo ahora en el juicio por las escuchas de la trama Gürtel.


El propio fiscal anticorrupción, Jiménez Villarejo, lo ha resumido claramente retratando a la Audiencia Nacional como una “casta de burócratas al servicio de la venganza institucional”. En el 39 se les fusilaba, luego en Italia los volaba la mafia. Ahora, en la España “moderna”, la que tiene una democracia ligera producto de una mal llamada Transición, los inhabilita la Audiencia Nacional. Todo atado y bien atado.

Y es que en el caso de la Audiencia Nacional es así de claro. Ningún juez se acuesta franquista y se levanta demócrata.

Por eso, no deja de ser inconcebible que el mismo día que el juez Carlos Dívar -el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial , el órgano encargado de la inhabilitación de Garzón, mientras está firmando esta injusta sentencia, publica en el suplemento Alfa y Omega, del diario ABC, un artículo sobre la visita del Papa titulado: “No desaprovechemos ese regalo”. En él, muestra su fe con emocionadas frases como: “Yo, que ya tengo mucho años, pienso abrir, con todas mis fuerzas, mi alma y mi corazón al dulce Cristo de la Tierra. Quiero unirme a la juventud del mundo en una oración de agradecimiento y alabanza al Creador porque, a estas alturas de la vida, he llegado a comprender que sólo en Él está la única Verdad“.


De más está decir que resulta lamentable que el responsable del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, dos órganos encargados de conocer la verdad y someterla a la ley, sea un hombre que piensa que eso que llama con mayúscula “Verdad” sea un atributo divino y no una búsqueda humana. Este tipo de pronunciamientos nos recuerda demasiado a los tiempos del nacional- catolicismo, del partido único y de la dictadura. Y esto es inadmisible.

Evidentemente que se puede ejercer de manera privada la creencia que se prefiera pero hacerla pública en un medio de comunicación masiva debería ser causal para una inhabilitación de un cargo público, en un estado laico y aconfesional como todavía lo es España.

Por eso, no sabría decir si el Creador lo haya querido así, pero el caso es que desde que el juez Carlos Dívar fuera nombrado presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial en 2008, unas semanas antes de que Baltasar Garzón se declarase competente para instruir una investigación acerca de los crímenes del franquismo, todo lo ocurrido posteriormente con él ha ocurrido bajo su terrenal supervisión. Divina providencia le llaman algunos.

Esto nos hace ver que el mito de las “Dos Españas” está más vivo que nunca, y que en realidad siempre se ha tratado de una, reprimiendo a la otra, desconociéndola, anulándola, ninguneándola y, desgraciadamente, cada día que abrimos el diario, esto nos resulta más y más evidente.

Ahora la nueva información que guarda un paralelismo alarmante con el caso Garzón es que la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial acordó abrir unas diligencias, en función de la denuncia presentada por el abogado de Jaume Matas, al juzgado de instrucción número 3 de Palma de Mallorca, cuyo titular es el juez José Castro Aragón, el que investiga el caso Urdangarin, por supuestas filtraciones de sumarios declarados secretos.

Nuevamente los implicados en un caso de corrupción intentan desacreditar a un juez con el claro fin de tapar otra cloaca, la de la Casa Real, en lo que parece más un caso de coerción política que otra cosa.

¿Hasta cuándo va a callarse la democracia en España? ¿Cuándo van a poder dar por cerrada realmente la Transición? ¿Realmente alguien puede sentirse representado por estas instituciones mal llamadas “democráticas”?

En nuestra humilde opinión, no, y tampoco creemos que esto ocurra hasta que no se comience a hablar seriamente de una Tercera República Federal, Participativa, Laica y Solidaria para España.

De momento, ante la ya inminente inhabilitación del juez Garzón, no podemos permitir que las miles de causas abiertas por los crímenes del franquismo sean archivadas y olvidadas por el poder judicial, cuando deberían ser investigadas de oficio, en un afán de búsqueda constante de la reparación y justicia de las víctimas y sus familiares.

Porque no podemos permitir que se pierda la perspectiva que más allá de la suerte del juez Garzón, las verdaderas víctimas en este caso son las miles y miles de personas que siguen regadas en las cunetas por toda España: 200 mil los que se conocen, con nombres, apellidos, familia, descendencia. Los miles y miles de niños robados al momento de nacer, que se estiman en 35 mil. El número indeterminado de personas desaparecidas. El medio millón de exiliados, cuyos descendientes hoy y aquí manifestamos nuestra indignación y tristeza.

Resulta significativo, que el pasado viernes, la oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, haya pedido a España la derogación de la ley de amnistía de 1977 porque incumple la normativa internacional en materia de Derechos Humanos. Esperemos que la presión internacional consiga, lo que ahora no ha conseguido Garzón.

Porque no podemos permitir que miles de personas permanezcan otros cuarenta años en la ignominia. Es fundamental exigir que las víctimas del franquismo reciban el mismo estatus jurídico y el mismo trato institucional que las víctimas del terrorismo, partiendo del principio que plantea el artículo 14 de la Constitución española vigente que establece el concepto de igualdad ante la ley y se refiere esencialmente a que los poderes públicos no pueden dar un trato distinto a una situación similar. Y el terrorismo de estado sigue siendo terrorismo.

Tampoco podemos permitir que las instituciones públicas (como la RAH), la prensa (como toda la “Caverna” mediática) y sobre todo los partidos políticos (como el gobernante) no condenen abiertamente al franquismo, amparándose en dicha Ley de Amnistía. De esta manera, no sólo evitan llamar a las cosas por su nombre utilizando eufemismos como “la gran placidez” o “la dictablanda”, sino que abiertamente actúan a su favor. Ya está bien.

No vamos permitir que pasen de nuevo… Por eso, no acatamos ni respetamos una sentencia injusta y predeterminada que rechazamos frontalmente… Ni vamos a permitir bajo ningún concepto, que la memoria de las víctimas del franquismo vuelva nuevamente a ser borrada y enterrada, ahora en los tribunales.

Porque más vale morir de pie que vivir de rodillas… ¡Viva la República!...



Sebastián del Amo
Secretario de Comunicación
Unión Cultural Sinaia
Descendientes del Exilio y
Simpatizantes de la República

jueves, 9 de febrero de 2012

domingo, 29 de enero de 2012

ACTO DE APOYO AL JUEZ BALTASAR GARZÓN

México DF, a 29 de enero de 2012



Abrir la puerta a una primera injusticia,
es abrir la puerta a todas las demás…
Willy Brandt

La Unión Cultural Sinaia, somos una asociación civil e independiente, formada por descendientes del exilio y simpatizantes de la República española.

Desde aquí queremos expresar nuestra repulsa total al juicio que se sigue en contra del juez Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo.

Esta repulsa, alcanza los niveles de la indignación, cuando se sabe que la querella por la que se está queriendo inhabilitar a Garzón, fue interpuesta por un mal llamado “sindicato”, íntimamente ligado al actual partido gobernante, y por la Falange, que es la organización política que agrupaba a buena parte de los victimarios de muchas de esas víctimas del franquismo.


Más allá de la simpatía o la antipatía que nos pueda producir una persona tan controversial como Baltasar Garzón, nos parece inadmisible, que a 34 años de la muerte de Francisco Franco y a otros tantos de la entrada en democracia de España, la única persona procesada por los crímenes cometidos durante la dictadura franquista, sea el juez que se ha decidido investigarlos.

Esto no hace más que poner en evidencia un sistema de justicia absurdo, obsoleto, tendencioso y parcial como mínimo (aunque la lista de adjetivos se antoja larga y mucho más colorida), y nos hace pensar que existe más para legitimizar dichos crímenes, que para buscar la justicia y la reparación de las víctimas de ese periodo histórico.



Y es que, por terrible que suene esta comparativa, es necesario recordar que al día de hoy, existen más fosas comunes en España que en Bosnia, lugar en donde sabemos se practicó una “limpieza étnica” terrible y condenada por todos los organismos internacionales.

Se habla de que hoy mismo, yacen alrededor 200 mil personas enterradas en fosas comunes regadas en caminos vecinales de toda la geografía española. Esto son los que se conocen, con nombre, apellidos y DNI. Pero se habla también de unos 30 mil niños robados, de un número indeterminado de personas desaparecidas durante la post guerra, de más de medio millón de personas forzadas al exilio, en donde la mayoría de los aquí presentes encontramos nuestra historia personal. Repetimos esto, porque es importante no perder la perspectiva de quiénes son las verdaderas víctimas en este caso, con quiénes el gobierno democrático español tiene una profunda deuda histórica.


Sabemos que en el juez Baltazar Garzón, llevaba más de 114 mil causas abiertas por dichos crímenes franquistas. Causas que representan a miles o hasta millones de descendientes (o votantes, según el cristal con el que se mire), y por tanto son causas que de ninguna manera podemos permitir que dependan de la suerte de un juez, que, como resulta evidente, está siendo objeto de una persecución política y de una venganza personal.

Por tanto, desde aquí exigimos al gobierno y a la justicia española, que se desestime la causa abierta contra Baltasar Garzón y su restitución inmediata como juez de la Audiencia nacional.



Exigimos que se investiguen de oficio todas las causas abiertas por los crímenes cometidos durante la dictadura franquista. Cumpliendo cabalmente todas las leyes internacionales que España ha asumido como propias y que se encuentran incluso por encima de la propia Constitución. En el entendido que la verdadera prevaricación es no investigar dichos crímenes contra la humanidad.


Exigimos que todos los partidos democráticos (incluido el actual partido gobernante) formulen, desde el Congreso de los Diputados, una enérgica condena a la dictadura franquista y reconozcan no sólo los crímenes de estado cometidos durante ese periodo siniestro, sino que reconozcan también a las víctimas del franquismo, otorgándoles el mismo estatus jurídico y el mismo trato institucional que las víctimas del terrorismo.

Finalmente, exigimos que se cumpla cabalmente la ley de Memoria Histórica, y de una buena vez, no sólo se retire toda la simbología franquista de las calles, plazas y de los edificios oficiales, sino también de los despachos de las instituciones, comenzando en el Tribunal Supremo, pasando por la Real Academia de Historia y terminando en La Zarzuela.
Porque España, mañana, será Republicana...
¡Viva la República!

Sebastián del Amo
Unión Cultural Sinaia AC

miércoles, 25 de enero de 2012

miércoles, 14 de julio de 2010

¡Que vivan todas las Españas!...


El pasado 11 de julio, fui con unos amigos que al igual que yo, somos descendientes del exilio, a celebrar la victoria de la selección de España a la Plaza de Madrid, mejor conocida como “La Cibeles” en la Ciudad de México. Esta plaza, que tiene una réplica exacta de La Cibeles de Madrid, aunque hecha en bronce, y no como un amigo pensaba que estaba negra debido a la polución, se volvió el punto de reunión de miles de españoles o sus descendientes radicados en este país.

De entrada me dio mucho gusto darme cuenta que entre la multitud y las rojigualdas, encontramos unas tres o cuatro banderas republicanas de gente que no conocíamos. Cabe mencionar que también vimos algunas ikurriñas, unas senyeras, alguna andaluza, muchas de Asturias y otras tantas gallegas. Extendimos la tricolor que traíamos, que mide unos cinco metros de largo y comenzamos a ondearla.

Había mucha gente que ni se enteraba de qué iba esa bandera, incluso, hubo uno que me preguntó si era la bandera gay de España. Sin embargo, al poco, se comenzó a acercar todo tipo de gente que sabía perfectamente de qué iba, a expresar de muchas maneras su alegría. Se acercó un cocinero, todavía vestido de faena, que emocionado besó la tricolor, otro que de manera muy educada nos pidió permiso para tomarse una foto, una señora comenzó a lanzar vivas a la República, mientras unos niños jugaban fascinados con la bandera que les ondeaba por encima. De pronto, se acercaron unos chicos que estaban tocando unos tambores, y en cuestión de segundos se armó espontáneamente una batucada con su respectiva fila de conga de gente de lo más variopinta, que pasaba debajo de la bandera bailando el limbo. La gente se lo estaba pasando pipa.

En esas estábamos cuando se acercó un par de pringaos, uno llevaba una bandera con el buitre atada al cuello, y el otro, una asturiana. Uno de ellos, el de la bandera del buitre, comenzó a corearnos “Franco, resucita, España te necesita”. Era el más insistente, y le decía a su colega, el de la bandera asturiana, “Te toca, no seas puto”, que lo hacía más por no quedar mal con su amiguete que por convicción. El más pesado, se arrancó entonces con el “Cara al Sol” y el otro, al darse cuenta del ridículo que estaban haciendo y sentirse objeto de todas las miradas de todos los que lo rodeaban, se abrió, dejando sólo a su coleguita el necio, que estaba dale que te pego.

En ese momento, un grupo bastante nutrido de personas, comenzó a exclamar el “España, mañana, será republicana”, con lo que el grito del pobre diablo este, se terminó apagando hasta que se quedó callado, se puso rojo como un tomate, y se fue todo indignado mientras decía: “¡Pinches Rojos!... ¡Hijos de la chingada!... ¡Viva España!...”

Más allá de lo triste que resulta ver a unos chavales de entre 20 y 25 años, desempolvando las apolilladas banderas de su abuelo el facha, lo curioso de la situación es ver lo rancio y lo patéticamente absurdo que resultaban sus consignas. De entrada pedir a voz en cuello que el dictador resucite, es algo de un grado de aberración tal, que demuestra una completa negación a mirar hacia delante, y que permanece en la perpetua nostalgia del “con Franco se vivía mejor” y del “con Franco esto no pasaba”.

Resulta irónico pensar que sea precisamente este tipo de gente los que se oponen a la Ley de Memoria Histórica, acusándola de “tergiversar la verdad” y de que su aplicación lo que provoca es “abrir viejas heridas”. Cuando son precisamente ellos los que se niegan a cerrarlas.

Me queda claro que estas heridas, nos guste o no, las heredamos de nuestros antepasados tanto los de uno como los del otro bando. Pues el tío este, que por su reacción de indignación, en la usó todo tipo de improperios muy mexicanos, con lo que me demostró que era bisnieto o por ahí hasta tataranieto de “gachupines”, se sentía genuinamente ofendido porque los “Rojos” tuviéramos la desfachatez de salir a la calle a ondear “nuestra” bandera y manifestar nuestra alegría por el triunfo de “su” España.

A manera explicativa, “gachupín” es el término un tanto despectivo, que el pueblo de México utilizaba para llamar a lo que en España se conoce como los “Indianos” o la gente que vino a “hacer las Américas”. Previo a la Guerra Civil, el grueso de la comunidad española en México la formaban básicamente asturianos o gallegos, que eran eminentemente carlistas, y por tanto nada adeptos a la causa republicana. De hecho esa es la razón que en este país, se refieren a todos los españoles como “gallegos”, y son objeto de cualquier cantidad de chistes en los que los ridiculizan. Como los chistes de Lepe, pues lo mismo.

Entonces, a pesar que México rompe inmediatamente relaciones con el régimen franquista justo acabada la Guerra Civil, y no las retoma hasta después de la muerte del dictador, la comunidad española ya establecida en este país es reacia a la llegada masiva del exilio, pues “los Rojos” finalmente eran el enemigo. Mi madre me ha contado de más de un enfrentamiento a golpes, en su juventud, entre alumnos del colegio Luís Vives, o del Madrid y del Instituto Patria, que llegaban a la salida del colegio en camiones ondeando la misma bandera que tenía el pesado este atada al cuello.

Por eso me pregunto si al entender de este pobre diablo, el hecho que España necesite la “resurrección” de su Caudillo se deba la gente ahora hable tranquilamente por la calle en euskera, en valenciano o en gallego. O si la razón por la que tiene que llegar el “Salvador de España” es para evitar que el país se “balcanize” debido a que miles y miles de catalanes salen ahora a la calle a reivindicar su derecho a considerarse una nación. Porque lo más seguro es que sigan los vascos.

Qué va a pensar este pardillo cuando el debate sobre la continuidad de la monarquía se avive porque el Rey, esa última herencia de su Generalísimo, se quiera jubilar, para poder vivir aún más del cuento (si es que eso es humanamente posible).

Porque llegado ese momento, la realidad es que difícilmente podrán coronar al principito, ese niño pijo medio sosillo, que ni siquiera tuve a bien cumplir con los dos objetivos por los que fue criado: casarse con alguien de su “estirpe” y engendrar varoncitos para asegurar la sucesión monárquica. Así que me pregunto qué va a pensar cuando el día de mañana, España, se vuelva republicana. ¿Se hará holandés?...


Y es que por más que estos fachas patéticos, repitan hasta la extenuación su “España, una, grande y libre”, muy a su pesar, nunca ha existido una España. Pues han sido precisamente ellos los que a partir del 18 de julio de 1936 nos han condenado a que desde siempre existan, Ésta España, la que tenemos y la Otra España, la posible.

Una España posible cuya grandeza la encontremos en la diversidad de sus pueblos, de sus lenguas, de sus gentes, de sus maneras de pensar, en la manera que hemos influenciado a otros pueblos a través de la Historia y de cómo somos influidos por las personas de otros pueblos que enriquecen el nuestro.

Una España, más igualitaria, más fraternal y sobre todo más libre.

Así que muy a pesar de gilipollas como éste…

¡Somos Campeones del Mundo!... ¡Vivan pues todas las Españas, ésta, la otra y la de más allá!...

Sebastián del Amo

lunes, 12 de julio de 2010

¡¡¡España Campeón!!!

Festejos por el campeonato mundial de España,
Plaza de la Cibeles, México D.F.
Fragmento del Himno de Riego en gaita
¡QUE VIVA ESPAÑA! ¡QUE VIVA LA REPÚBLICA!
¡¡CAAAMPEEEOOONEEES OOLEEE OOLEE OOOLEEE!!

jueves, 3 de junio de 2010

INICIATIVA PARA INTERPONER UNA QUERELLA CONTRA LOS CRÍMENES DEL FRANQUISMO EN MÉXICO.

México DF, 02 de junio de 2010

A todos los interesados:

A través de la Federación Internacional de Derechos Humanos, tenemos la iniciativa de iniciar una causa contra los crímenes del franquismo en México, puesto que como todos sabemos, son crímenes de lesa humanidad que no caducan y deben ser investigados en cualquier parte del mundo, debido a que afectan a la comunidad internacional como tal.

Es muy importante y altamente simbólico impulsar el caso en México, debido ya que buena parte del exilio español se afincó en nuestro país. Por ello, hay una responsabilidad también histórica que si bien en su momento se materializó a través de abrir las fronteras y solidarizarse con el exilio, ahora debe ser una solidaridad jurídica por si en España no prosperan las investigaciones iniciadas por el juez Garzón por cuestiones claramente políticas.

En México, no existe la posibilidad como en España de iniciar “una causa popular” por lo que necesitamos por lo menos que un familiar de una víctima esté dispuesta/o a presentar la denuncia. Lo que se requiere: nombre del familiar que vive actualmente en México y descripción del crimen sufrido en España, al igual que el nombre de la víctima.

Estos casos serían la base de la denuncia penal que irá acompañada de una descripción sobre el contexto general de la dictadura y los otros crímenes cometidos, con la intención de demostrar que no fue un hecho aislado, sino que fue algo sistemático.

Idealmente debemos encontrar un caso de UN/ A DESAPARECIDO/ A ya que es el crimen que nos va a facilitar la apertura de una investigación en México y evitar los argumentos de si prescribió o no el delito. Otros crímenes internacionales como la ejecución extrajudicial, pueden ser incorporados en el documento de la denuncia, como parte del contexto histórico. Por lo que familiares que hayan sufrido la pérdida de un familiar en este tipo de crimen también podrán ser parte de la denuncia.

Una vez presentada la denuncia ante el Ministerio Público, misma que sería elaborada por el equipo legal, deberá ser ratificada por el familiar y seguir el camino de cualquier investigación penal en México. Habrá que ir a testificar y dar detalles sobre la información que se tiene, incluida si se tiene la identificación de testigos o datos del presunto responsable.

Contamos con el apoyo institucional de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH). Esta organización tiene una relación muy cercana con los abogados en España que han iniciado estas causas y con los abogados y organizaciones en Argentina que están tras la querella iniciada en ese país.

La idea es formar un grupo interdisciplinario que se encargue de dos temas principalmente, uno es la estrategia legal (donde invitaremos a abogados ligados a ONG de derechos humanos, abogados litigantes, y académicos) para apoyar la estrategia ante las diferentes autoridades involucradas en el proceso; y la otra, la estrategia política, para apoyar la denuncia penal y mantener el tema en la agenda nacional e internacional.

En Argentina, quienes apoyaron la denuncia, nos apoyarán en las acciones acá en México (ASOCIACION DE RECUPERACION DE LA MEMORIA HISTORICA, ABUELAS DE PLAZA DE MAYO, LIGA ARGENTINA POR LOS DERECHOS DEL HOMBRE, COMISIÓN PROVINCIAL POR LA MEMORIA, ASAMBLEA PERMANENTE POR LOS DERECHOS HUMANOS, CENTRO DE ESTUDIOS LEGALES Y SOCIALES (CELS), ASOCIACION DE EX DETENIDOS– DESAPARECIDOS, FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES GALLEGAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, INSTITUTO DE ESTUDIOS COMPARADOS EN CIENCIAS PENALES Y SOCIALES (INECIP), COMITE DE ACCION JURIDICA - C.A.J.).

Al igual que los abogados españoles Carlos Slepoy, Carlos Villán Durán y Manuel Ollé. Igualmente contamos ya con el apoyo de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y se acaba de sumar al grupo Santiago Corcuera que es miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU como uno de los cinco expertos que integran el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias. De todas maneras, buscaremos el apoyo de otras organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, entre otras.

Las impulsoras de esta iniciativa son: Shula Erenberg, quien estuvo muy relacionada con el proceso de extradición de Ricardo Cavallo, Mariclaire Acosta, quien es investigadora del CIDE y una de las activistas más comprometidas por los Derechos Humanos en México, y Paulina Vega González, quien es la presidenta de la CMDPDH.

Tanto la estrategia legal y la política se vislumbran difíciles y llenas de obstáculos, pero estamos convencidos que debemos intentarlo.

Por eso desde aquí hacemos una llamado a todas las instituciones y asociaciones relacionadas con el exilio español a que colaboren con nosotros para hacer realidad esta iniciativa y exigir desde aquí justicia. Así como a los particulares, a los que les solicitamos que hagan llegar la presente iniciativa a todos sus familiares, amigos y conocidos, para que esta iniciativa llegue al mayor número de personas.

Hasta ahora, sólo se ha acercado a nosotros una persona, aunque estamos seguros que hay muchos casos en México, de ahí que solicitemos la colaboración de todos.

Para cualquier aclaración o duda, por favor no duden en ponerse en contacto con nosotros:

republicanosmexico@gmail.com
republicanosmexico.blogspot.com

Atentamente

Sebastián del Amo
Presidente
Descendientes del Exilio Español y Simpatizantes de la República AC
http://www.facebook.com/#!/group.php?gid=117952904888243&ref

lunes, 24 de mayo de 2010

Selección de Poemas leídos en la I Jornada contra la Impunidad y el Fascismo (22/ Mayo/ 2010)

“Español del Éxodo y del Llanto” León Felipe

Español del éxodo y del llanto, escúchame sereno: En nuestro éxodo no hay orgullo como en el hebreo. Aquí no viene el hombre elegido, sino el hombre. El hombre solo, sin tribu, sin obispo y sin espada. En nuestro éxodo no hay saudade tampoco, como en el celta. No dejamos a la espalda ni la casa ni el archivo ni el campanario. Ni el mito de un rey que ha de volver. Detrás y delante de nosotros se abre el mundo. Hostil, pero se abre. Y en medio de este mundo, como en el centro de un círculo, el español solo, perfilado en el viento. Solo. Con su Arca; con el Arca sagrada. Cada uno con su Arca. Y dentro de esta Arca, en llanto y la Justicia derribado. ¡La Justicia! La única Justicia que aún queda en el mundo (las últimas palabras de Don Quijote, el testamento de Don Quijote, la esencia de España). Si estas palabras se pierden, si esta última semilla de la dignidad del hombre no germina más, el mundo se tornará en un páramo. Pero para que no se pierdan estas palabras ni se pudra en la tierra la semilla de la justicia humana, hemos aprendido a llorar con lágrimas que no habían conocido los hombres.


“No quiero” Ángela Figuera

No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.

No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.

No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.

No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.

No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.

No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.

No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.

No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.

No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.

No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO...


“Hombre Naciente” Ángela Figuera

Prepárame una cuna de madera inocente y pon bandera blanca sobre su cabecera.
Yo voy a nacer y desde ti, mi madre.
Pido la Paz y pido la palabra.

Pido una tierra sin metralla, enjuta de llanto y de sangre, limpia de cenizas, libre de escombros, saneada tierra para sembrar a pulso la simiente que tengo entre los dedos apretada.

Pido la Paz y pido la palabra.
Pido un aire sosegado, un cielo dulce, un mar alegre, un mapa sin fronteras;
una argamasa de sudor caliente sobre las cicatrices y fisuras.

Pido la paz y pido a mis hermanos
Los hijos de mujeres por todo el mundo que escuchen esta voz y se apresuren.
Que se levanten al rayar el día y vayan al más próximo arroyuelo, laven allí sus manos y su boca se quiten los gusanos de las uñas, saquen su corazón que les de el aire expurguen sus cabellos de serpientes y apaguen la codicia de sus ojos.

¡ Después !
Después que vengan a nacer conmigo haremos entre todos cuenta nueva.

¡ Quiero Vivir !.
Lo exijo por derecho
Pido la Paz y entrego la Esperanza.


“Sentado sobre los Muertos” Miguel Hernández

Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo sostiene.

Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta
desde ahora y desde siempre.

Acércate a mi clamor,
pueblo de mi misma leche,
árbol que con tus raíces
encarcelado me tienes,
que aquí estoy yo para amarte
y estoy para defenderte
con la sangre y con la boca
como dos fusiles fieles.

Si yo salí de la tierra,
si yo he nacido de un vientre
desdichado y con pobreza,
no fue sino para hacerme
ruiseñor de las desdichas,
eco de la mala suerte,
y cantar y repetir
a quien escucharme debe
cuanto a penas, cuanto a pobres,
cuanto a tierra se refiere.

Ayer amaneció el pueblo
desnudo y sin qué comer,
y el día de hoy amanece
justamente aborrascado
y sangriento justamente.
En su mano los fusiles
leones quieren volverse:
para acabar con las fieras
que lo han sido tantas veces.

Aunque le faltan las armas,
pueblo de cien mil poderes,
no desfallezcan tus huesos,
castiga a quien te malhiere
mientras que te queden puños,
uñas, saliva, y te queden
corazón, entrañas, tripas,
cosas de varón y dientes.
Bravo como el viento bravo,
leve como el aire leve,
asesina al que asesina,
aborrece al que aborrece
la paz de tu corazón
y el vientre de tus mujeres.
No te hieran por la espalda,
vive cara a cara y muere
con el pecho ante las balas,
ancho como las paredes.

Canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes:
tus ansias como las mías,
tus desventuras que tienen
del mismo metal el llanto,
las penas del mismo temple,
y de la misma madera
tu pensamiento y mi frente,
tu corazón y mi sangre,
tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada
esta vida me parece.

Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte.

Selección realizada por Juan Carlos Bonet

Ensayo leído en la I Jornada contra la Impunidad y el Fascismo (22/ Mayo/ 2010)

DERECHO A LA MEMORIA

Paul Ricoeur, en su libro La memoria, la historia, el olvido, señala que hay por lo menos tres usos de la memoria.

1) La memoria impedida, que representa la compulsión humana a la repetición de los hechos históricos, sin saber siquiera que los estamos repitiendo y, en el mejor de los casos, sin preocuparse del porqué ni de las consecuencias de dicha repetición. Este tipo de memoria actúa contra nosotros mismos, ya que impide reconocernos en lo que fuimos y en lo que hacemos y haremos.

2) La memoria manipulada, cuando la memoria es instrumentalizada por el poder para construir identidades aparentemente sólidas, con pretensiones de eternidad y de exclusión de la alteridad de otros textos y contextos. La manifestación más radical de la memoria manipulada es el racismo y la xenofobia contra el otro, que se basan en una tergiversación ideológica de la memoria.

3) La memoria obligada, que representa el deber del ser humano de recordar los horrores y las injusticias cometidas contra un colectivo de personas, y de recordárselas a los otros, a los que no tienen memoria de las mismas.

La memoria obligada es el único tipo de memoria que puede actuar contra el olvido. Pero no contra cualquier olvido, ni siquiera contra el olvido en general o contra el derecho a olvidar, muchas veces necesario para saber qué es lo que tenemos que recordar y cuáles son los objetivos de dicha discriminación del recuerdo, sino contra el olvido de las injusticias, contra el olvido que implica engaño o silencio cómplice y que ayuda a establecer posteriores dinámicas de dominación. Este tipo de memoria es imprescindible para una acción transformadora del ser humano en todos sus contextos sociales, políticos, económicos y culturales.

Este derecho a la memoria, a la memoria obligada, tiene como correlato el deber de recordar las injusticias y de reparar a las víctimas de las mismas. Se trata de una decisión consciente de no olvidar, como demanda ética de lucha por la justicia. Tanto el derecho de todos a la memoria como el derecho de las víctimas a obtener reparación son ampliamente reconocidos y consagrados en el ámbito del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y en la jurisprudencia de la justicia universal de los tribunales internacionales. El derecho a la memoria es el derecho que toda persona tiene a conocer la verdad.

Pero la cuestión no radica solo en preguntarnos qué hechos históricos concretos no recordamos o no conocemos, sino en algo más profundo. Consiste en saber, es decir, en indagar de manera atenta, buscar pacientemente y comprender, para fortalecernos como sujetos activos, evitando todo tipo de dominación derivada de lo que olvidamos o de lo que nos ocultaron. En cuanto a las víctimas, la reparación se viene entendiendo en un sentido amplio, más allá de la tradicional y necesaria compensación económica o de aquellos aspectos simbólicos que procuran una satisfacción plena y equitativa. En este sentido amplio de la reparación se han de incardinar las políticas de memoria histórica, puesto que el conocimiento y el recuerdo de la verdad son pasos necesarios e imprescindibles para una reparación integral de la dignidad de las víctimas. Es una cuestión de hacerles partícipes de la historia, de ocupar espacios negados en su historia personal (la comprensión de uno mismo), pero también en la historia y la identidad colectiva (la comprensión política, económica y social).

En el proceso de recuperación de la memoria que estamos viviendo actualmente en España, no se trata de reabrir viejas heridas, como dicen algunos, y suponiendo que estuvieran cerradas, ni de revanchismo, como dicen otros, sino de afrontar la dimensión bifronte de cualquier acontecimiento histórico y analizar sus causas reales. Únicamente de esta manera se pueden ir construyendo principios éticos generales, más allá de los hechos concretos, que nos permitan discernir entre lo que nos conviene o no hacer en el presente y en el futuro. La continuidad que establecemos con el pasado no ha de ser una continuidad estática, sino tendencial, que nos permita, así, ir avanzando hacia sociedades más justas.

La recuperación política de la memoria histórica permite crear y recrear las condiciones materiales, culturales e ideológicas de la existencia, fortaleciendo el deber de luchar frente a las injusticias y desigualdades del pasado y del presente, y rechazando los dogmatismos de un pasado escindido y determinista en base al cual se pretenda controlar el presente.

La recuperación de la memoria histórica actúa en este caso como un acto de resistencia, capaz de responder a los desafíos del presente. No existe una memoria neutral, como no existe una memoria única, sino maneras diferentes de articular el pasado con el presente. Por eso la memoria no es un acto del pasado, sino que, como señaló el filósofo alemán Walter Benjamin, son los riesgos del presente los que convocan a la memoria, a las diferentes memorias.

MARÍA JOSÉ FARIÑAS
Profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid